Guadalupe (39 años), es la cabeza de la familia Cervantes Salas. Es madre soltera de Joselyn (20 años), y José Iván (19 años). Guadalupe trabaja como auxiliar en una empresa de productos para animales. A pesar de su difícil pasado, considera que tuvo bastante “suerte” al conseguir este empleo. Sus hijos están matriculados en diferentes niveles educativos, y la familia vive en el municipio de Tequisquiapan, en el estado de Querétaro.
La familia de Guadalupe vive en condiciones de hacinamiento y rezago social. Guadalupe y sus hijos viven en un cuarto prestado y comparten una pequeña cocina en la casa de sus padres. Su familia ha enfrentado numerosas dificultades debido a las consecuencias lamentables de las drogas. A pesar de no contar con recursos propios, Guadalupe ha logrado salir adelante como madre soltera.
Con el tiempo, la familia ha demostrado una gran resiliencia y fortaleza para salir adelante. Aunque Guadalupe tiene un trabajo, sus ingresos no son suficientes para proporcionar a sus hijos un hogar digno y seguro donde puedan estar estables y tener un