María Rita tiene 43 años, nueve años de su vida ha vivido con una enfermedad mortal, cáncer de endometrio. Las dificultades que ha padecido como lo fue el ser madre soltera y cuidar de sus hijos sola, además de no contar con un trabajo estable, la han llevado a forjar sus esperanzas de salir adelante como nunca. Entre dos cuartos pequeños de láminas desgastadas y bloque viejo, sus cuatro hijos se reparten dos pequeñas camas para dormir. El baño se encuentra en la parte de afuera de la propiedad, al cual le deben de poner una pequeña cobija como techo ya que sólo tiene paredes. Cómo pueden, a la hora de asearse utilizan una cubeta y un pequeño recipiente para hacerlo dentro de la cocina. En medio del hacinamiento, el alto grado de marginalidad y la desigualdad que viven, la familia Yáñez Molinares tiene la esperanza de contar con un hogar digno. Para María Rita, tener un hogar seguro en donde pasar los malestares de su enfermedad. El deseo de vivir en una casa propia y mejorar su calidad de vida, es la razón por la que creen en Construyendo.