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FAMILIA CASTAÑEDA HUACHIN
María Magdalena tiene 25 años y trabaja en una tortillería para sostener a sus dos hijos: Ángel Jesús, de 9 años, y Fernanda Sinaí, de 6. Debido a su situación económica, se ha visto obligada a separarse de ellos. Su hija vive con el papá, y Ángel se encuentra en un albergue, pues María no puede ofrecerles aún un espacio digno para vivir juntos.
Actualmente vive con su hermana, a quien ayuda con los gastos de casa, además de cubrir los apoyos semanales para su hijo en el albergue. La vivienda tiene piso de loseta, paredes de piedra y techo de cemento. Cocinan con leña, no tienen estufa ni muebles propios, y el refrigerador es prestado. Aunque hace todo lo posible por salir adelante, su esfuerzo no ha sido suficiente para reunir a su familia bajo el mismo techo.
María sueña con una casa donde pueda vivir con sus hijos y verlos crecer juntos. Un espacio propio significaría no solo seguridad y estabilidad, sino también la posibilidad de recuperar los momentos perdidos. Con el apoyo de Construyendo, y gracias al compromiso de voluntarios y aliados, esta madre podría transformar su realidad. Porque Construyendo no solo construye viviendas: construye la oportunidad de volver a ser familia, de tener un hogar lleno de esperanza, y de demostrar que, cuando nos unimos, todo es posible.
