
Carmen y Seus forman una familia joven junto a su pequeño hijo Santiago. Viven en una casa prestada por los padres de Carmen, donde comparten los gastos diarios como el gas y la comida. A pesar del esfuerzo que hacen, su situación económica es complicada: aún enfrentan una deuda hospitalaria por el nacimiento de Santiago y deben pagar inyecciones mensuales que afectan su ya limitado ingreso.
El espacio donde viven es muy precario. El cuarto donde duermen tiene techo de lámina, cuentan con una sola cama y el baño está afuera, separado del área de regadera. La mayoría de los muebles pertenecen a los padres de Carmen, por lo que apenas tienen lo básico para vivir. Aunque anhelan su independencia, los recursos no les permiten mejorar su calidad de vida.
Con el apoyo de Construyendo, esta familia puede acceder por fin a un hogar propio y digno. Un lugar seguro donde Santiago crezca con estabilidad, rodeado de amor y esperanza. Hoy, el esfuerzo de voluntarios y aliados puede transformar por completo su historia. Construyendo ha puesto sus ojos en esta familia porque cree en el poder de la solidaridad. Juntos podemos brindarles no solo un techo, sino la oportunidad de empezar una nueva vida.