Blanca y Jesús Francisco, ambos de 50 años, han formado una familia unida y trabajadora. Sus hijos, Jesús Francisco (27 años), quien trabaja en una granja de camarón, y María Guadalupe (16 años), estudiante de bachillerato, son el motor que impulsa su esfuerzo diario. La familia reside en la comunidad de Bahía de Lobos, Sonora.
La familia enfrenta una realidad difícil, viviendo en condiciones de hacinamiento y marginalidad. Su hogar, reducido a un solo cuarto con techos de lámina, refleja la falta de espacio y recursos. Las camas, apretadas entre sí, se convierten en el refugio donde todos comparten la escasa privacidad que la vida les ha ofrecido.
Blanca y Jesús Francisco no cuentan con ingresos fijos para ofrecerle a su familia un hogar digno. Sin embargo, el esfuerzo y la determinación de toda la familia por salir adelante no se apagan. Con la ayuda del equipo de Construyendo, buscan obtener el apoyo necesario para levantar un hogar que les brinde las condiciones que merecen y les permita vivir con la dignidad que tanto anhelan.