
En Bahía de Lobos, Sonora, vive Claudia, de 49 años, quien se dedica a la compra y venta de mariscos. Con ella está su hija Yatzi, de 15, estudiante. La vida de Yatzi ha estado marcada por un diagnóstico de ganglio linfático y displasia a los 4 años.
La situación de Claudia y Yatzi muestra las complejidades de la vulnerabilidad. Viven en su casa propia, pero con limitaciones notables. El techo de lámina negra y la luz “prestada” generan costos inestables. El agua solo llega a la cocina, y una letrina exterior es el único baño, impactando la higiene, lo cual es crucial para Yatzi debido a su salud. La falta de electrodomésticos, el lavado a mano, la construcción precaria (madera, lámina) y el espacio limitado evidencian pobreza económica y hacinamiento funcional. Además, la distancia a servicios de salud esenciales subraya un profundo rezago social.
La familia de Claudia y Yatzi busca el apoyo de “Construyendo” para asegurar un entorno más seguro y saludable, sobre todo para Yatzi. Claudia insiste en la urgencia de mejorar la higiene del baño para prevenir infecciones en su hija. Ella cree que una casa de “Construyendo” la liberaría del miedo constante a que Yatzi enferme, permitiéndole sentirse segura en su propio hogar. Este apoyo representaría una mejora sustancial en la calidad de vida y la tranquilidad familiar.