
En San Pedro Toxín Jalisco. vive la familia de Mariana, de 32 años, quien es ama de casa. Su pareja, José, también de 32, trabaja en bioparques. Con ellos viven sus dos hijos: Hanna Guadalupe, de 9 años y estudiante, y el pequeño Dylan Josué, de 1 año.
Mariana y José han vivido por unos 10 años en la casa del padre de Mariana, compartiendo el espacio con un total de 15 personas. Los gastos se dividen entre todos, y si bien tienen acceso a luz (con recibo compartido) y agua (pago mensual), la convivencia de tantas personas en un mismo hogar genera un hacinamiento significativo. Esta situación, a pesar del esfuerzo por cooperar en los gastos, impacta la privacidad y el bienestar diario de la familia, señalando una necesidad de mayor autonomía y espacio.
La familia reside en una sección de la casa del padre de Mariana. El suelo es de cemento, las paredes son de ladrillo, y tienen una sola ventana para ventilación e iluminación. El techo también es de ladrillo. Disponen de dos camas para los cuatro miembros de la familia. Aunque tienen acceso a varios electrodomésticos, estos son propiedad de la madre de Mariana. Cuentan con un ropero en su espacio. El baño está afuera de la casa y no muy cerca, lo cual es una limitación en términos de comodidad.
La familia de Mariana y José busca la oportunidad de un hogar que les brinde mayor espacio y privacidad. El hacinamiento y la dependencia de un baño exterior representan desafíos significativos para el desarrollo y bienestar, especialmente de sus hijos Hanna y Dylan. Contar con un hogar propio y adecuado les permitiría una mejor calidad de vida, mayor estabilidad y la autonomía necesaria para que su familia pueda prosperar en un ambiente más digno y funcional.bas