Cipriano y Brenda han formado una familia desde hace 10 años. Su lugar de residencia había sido Cuautla, Morelos, pero debido a la creciente delincuencia que se está viviendo, Cipriano, su esposa e hijo tuvieron que emigrar a la comunidad de Paraíso de las Flores en Yecapixtla, ya que el lugar en donde trabajaba fue cerrado. Dejando toda una vida en Cuautla, emprendieron su viaje a un nuevo lugar sin tener un empleo incluso una casa. Su madre, compadeciéndose de su pequeña familia les ha prestado un cuarto para que los tres puedan vivir. Por la falta de recursos económicos se ha limitado el sueño de la familia Ayala Hernández de tener un hogar propio. Gracias a su trabajo como ayudante de mecánico, Cipriano ha podido hacerse de un terreno, pero el objetivo de construir una vivienda les ha sido imposible. Todos los días Cipriano y Brenda luchan para darle una buena vida a su pequeño hijo Martín, por ello se han acercado a Construyendo para que por medio de una casa sus sueños más grandes se hagan realidad.