
María del Rosario Altamirano, una mujer fuerte de 32 años, es madre soltera de tres hijos: Nomi Ibarra Altamirano, de 11 años; Edson Iván Altamirano Campos, de 8 años; y Aitana Nicole Aquino Altamirano, de 5 años. La familia depende de los ingresos de María como jornalera y de la venta de tlacoyos.
Viven en condición de pobreza y marginalidad, habitando un espacio prestado que carece de servicios regulares de electricidad y agua. Además, no disponen de un ingreso económico estable que les posibilite adquirir una vivienda propia.
Habitan en una vivienda prestada por un familiar, la cual presenta grietas en paredes y el techo como resultado del sismo de 2017, lo que provoca filtraciones en época de lluvia y conlleva a enfermedades respiratorias en los integrantes de la familiaBuscan el apoyo de Construyendo, con la esperanza de elevar su calidad de vida al asegurar un patrimonio estable. Anhelan brindar a la familia un hogar digno donde puedan convivir y compartir momentos significativos juntos.
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