
La familia Jiménez Pantoja está compuesta por Tzintli, una joven madre de 24 años, y sus dos pequeños, Jade, de 5 años, y Gabriel, de 3 años. Tzintli es el pilar de su hogar, y a pesar de los desafíos que enfrenta como madre soltera, trabaja incansablemente para salir adelante. Se dedica a la venta de ropa entre semana, asegurándose de brindar sustento a sus hijos, mientras Jade asiste con entusiasmo al preescolar, soñando con un futuro lleno de oportunidades.
La vida no ha sido sencilla para esta familia. Residen en la colonia San Miguel Huepalcalco, en Ocuituco, Morelos, donde enfrentan serias dificultades. Viven en condiciones de hacinamiento, marginación y carencias económicas. Ante la falta de una vivienda propia y con poco o ningún apoyo del padre de los niños, Tzintli y sus hijos se han visto obligados a compartir un pequeño espacio en la casa de su madre. Allí, siete personas conviven en tres diminutas habitaciones, donde cada día es un reto que enfrentan con valentía.
A pesar de las adversidades, Tzintli no pierde la esperanza de ofrecer a sus hijos un hogar digno y seguro, un lugar donde puedan crecer rodeados de amor, tranquilidad y estabilidad. Con la mirada fija en un mejor futuro, decidió acudir a Construyendo en busca de ayuda, soñando con la posibilidad de obtener una vivienda propia.
En medio de la lucha diaria, el deseo de Tzintli de brindar a Jade y Gabriel una vida mejor ilumina su camino. Su fuerza y determinación son testimonio de que, incluso en los momentos más oscuros, el amor de una madre puede convertirse en la chispa de superación para toda una familia.